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martes, 1 de junio de 2010

10 tips para la buena nutrición

 
 

Enviado por Gonzonet a través de Google Reader:

 
 

vía Revista del Consumidor en línea de urodriguezm@profeco.gob.mx (Revista del Consumidor - Profeco) el 1/06/10

Luego de resolver el cuestionario del Plan de Nutrición y Ejercicio del ISSSTE (prevenissste.gob.mx) hemos  tomado algunos puntos de los más importantes para que los tomes en cuenta, toma nota:

  1. Comer frecuentemente es bueno. Ingerir alimento entre comidas estabiliza tu nivel de energía, lo que previene cambios bruscos en los niveles de azúcar en la sangre.
  2. Desayunar es vital. No hacerlo incrementa el riesgo de padecer diabetes, además de ser un factor de riesgo para la obesidad y enfermedades cardíacas.
  3. Dos litros de agua al día, como mínimo, aunque hay que darle al cuerpo la que pida. El ejercicio, el calor y el consumo de alcohol o cafeína nos hacen perder más.
  4. No esperes a tener sed para beber agua. Toma por lo menos de seis a ocho vasos diarios.
  5. Cenar y dormir  son una mala combinación. Comer después de cierta hora no necesariamente desajusta el metabolismo, lo que engorda es la cantidad de comida, e irse a la cama luego de comer es un mal hábito digestivo.
  6. El ejercicio es básico. Tres veces por semana, al menos media hora, sería suficiente para mantenernos en buena forma.
  7. Paso a paso, caminar es terapéutico tanto física como mental mente. El Tai Chi es otra buena actividad terapéutica que puede complementar la caminata.
  8. Un índice de masa corporal (IMC) por encima de 26 es un indicio de sobrepeso u obesidad, a menos que se trate de un atleta profesional.
  9. No hay ni alimentos ni inventos "mágicos" que ayuden a bajar de peso, la única forma de controlarlo es haciendo ejercicio y comiendo balanceadamente.
  10. La clave de la saciedad es saber que el cuerpo tarda de 15 a 20 minutos en reconocer los nutrientes y mandar señales de estar satisfecho.

Apégate a estos consejos y aprende a llevar una vida más saludable.

Imágenes: Archivo


 
 

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miércoles, 10 de febrero de 2010

La regulación de un gen podría dar fin a la obesidad

 
 

Enviado por Gonzonet a través de Google Reader:

 
 

vía BlogMedicina.com - avances medicos y medicina de María Sánchez Montes el 10/02/10

Un grupo de investigadores del Instituto de Biotecnología Molecular de la Universidad de Viena, acaba de descubrir que existe un gen que participa cuando se forma el tejido adiposo y que regulándolo se podría llegar a terminar con el problema de la obesidad.

ungeneliminaobecidad

El tejido adiposo se compone por una grasa llamada multilocular (células marrones), que usa las grasas que extrae de los alimentos y con ellas produce calor y por otra grasa denominada unilocular (células blancas) a las que transforma en grasas que al acumularse generan obesidad.

Hasta ahora todos los tratamientos para regular la grasa generaban cambios en los dos tejidos.

Los científicos analizaron en ratones de laboratorio más de 500 genes que forman parte del metabolismo de las grasas y desactivaron en un grupo de ratones el gen llamado sufu. Al hacer esto, pudieron comprobar que aquellos animalitos que no poseían tejido adiposo blanco crecieron delgados pero sanos.

Estos fantásticos resultados podrían contribuir en un futuro no muy lejano en forma decisiva a la creación y desarrollo de un fármaco para el tratamiento de personas que sufre con sobrepeso o son obesas y no había ninguna necesidad de hacer una modificación genética.

Esto fue explicado por el portavoz del Instituto de Biotecnología Molecular de la Universidad de Viena quien agregó que este hecho sería sin lugar a dudas toda una revolución, ya que se podría sin demasiado trabajo convertir toda la energía que contienen los alimentos sólo en calor corporal y esto generaría que no se produzcan depósitos de grasa en el cuerpo.

Estos resultados pueden contribuir decisivamente al desarrollo de un medicamento para personas con sobrepeso u obesas sin necesidad de producir ninguna modificación genética, explicó un portavoz del IMBA, lo que supondría "toda una revolución" al poder convertir la energía contenida en los alimentos sólo en calor corporal en lugar de depósitos de grasa.


 
 

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