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Molly Belmont / Albany Times Union El Universal Jueves 14 de agosto de 2008 ¿A quién no le gusta tomar una cerveza o dos en la hora feliz o disfrutar una copa de vino con la cena? Sin embargo, para quien está tratando de perder peso, la hora del cóctel se convierte en algo complicado. Las bebidas alcohólicas pueden tener efectos negativos en la dieta si no se planean, y nutriólogos señalan que la clave para beber es evaluar con anticipación. "Pregúntate de qué manera vas a incorporar el alcohol a tu plan para bajar de peso", indicó Carol Beller, nutrióloga certificada que trabaja en Albany. "Se deben establecer reglas al respecto". Beller indicó que los nutriólogos deben recordar que las calorías que aportan los líquidos también cuentan y que éstas deben ser consideradas a la hora de planear una dieta. Según la Federación Estadounidense del Consumidor, una botella de 12 onzas de cerveza regular tiene 145 calorías y 10.6 gramos de carbohidratos; una copa de vino de 5 onzas aporta 115 calorías y 4.5 g de carbohidratos. Bebidas como vodka, ron y whisky también tienen un fuerte impacto calórico pues cada trago tiene cerca de 98 calorías, las cuales aumentan según el líquido con el que se mezclen. El conteo de calorías no es la única consideración que se debe hacer a la hora de planear el consumo de bebidas alcohólicas. El alcohol puede estimular el apetito de quienes están a dieta y disminuir las inhibiciones, dijo Nan Windmueller, nutriólogo certificado. Eso significa que el mismo impulso que conduce a una persona a brincar a la pista de baile puede impulsarla más tarde a engullir tres rebanadas de pizza. Incluso las personas disciplinadas pueden ser presa fácil de un antojo después de beber, por lo que se debe estar muy atento sobre la cantidad de alcohol que se consumió, dijo. La gente es muy propensa a comer botana mientras bebe, así que lo mejor es planear lo que comemos mientras estamos bebiendo y elegir opciones saludables, mencionó Beller. He aquí algunos consejos útiles para la hora feliz: 1. Come y bebe (y disfruta). Establece como regla que sólo tomarás una bebida con cada alimento, dijo Beller, y aconsejó a la gente beber con botanas o alimentos saludables y de pocas calorías. Esto disminuye el consumo excesivo de bebidas y botanas. 2. Establece límites: es importante decidir con anticipación cuántas bebidas incluirás en tu dieta y apegarse a ese plan, mencionó Beller. ¿Te permitirás dos bebidas a la semana?, ¿dos bebidas al mes?, ¿dos al día? Decide qué es lo que te funciona y después incluye su valor nutricional en tu plan de dieta. 3. Bebe agua: mantén tu cuerpo bien hidratado para que no tengas rebotes tras una noche fuera. 4. Mezcla con cuidado: aléjate de los líquidos con alto contenido calórico, como los refrescos regulares. Acompaña el alcohol con líquidos bajos en calorías, como el agua mineral. Recuerda que las bebidas carbonatadas pueden acelerar la absorción de alcohol. 5. Perdona y olvida: si tomaste en exceso y terminas comiendo toda una bolsa de papas fritas, no te castigues por ello al día siguiente. Date permiso de equivocarte y sigue adelante. Y lo más importante, no permitas que el resbalón de la noche anterior se convierta en una excusa para comer demás al otro día. (Traducción: Gabriela Cornejo) |
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jueves, 14 de agosto de 2008
Cómo combinar bebidas y comida si estas a dieta
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